El 22 de marzo, Iván Ormachea y Gustavo Moreno, de ProDiálogo, facilitaron la segunda reunión de la Mesa de Diálogo de Bretaña entre los representantes de la población y la empresa Gran Tierra Energy Perú (GTEP), donde se dieron los últimos pasos previos a la firma del convenio que dejará establecido un fondo de desarrollo local en Bretaña, a pesar de que la empresa se retirará en los próximos meses.
Ubicado en la zona de influencia del Lote 95, concesionado a GTEP, el caserío de Bretaña es la capital del distrito de Puinahua, provincia de Requena, en la región Loreto, y se encuentra en las proximidades de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria. Además de las autoridades locales formales, existe una organización comunal denominada Asociación Civil para el Desarrollo de Bretaña (ASCIDEBRE).
La labor de ProDiálogo, consistió en facilitar un proceso participativo entre la población y las autoridades de Bretaña, y la empresa Gran Tierra Energy Perú (GTEP) que permita el establecimiento de un fondo de desarrollo local. Durante el proceso se realizaron diversas reuniones preparatorias, y una primera reunión de la mesa donde se revisaron algunos proyectos propuestos los representantes del Comité de Negociación de Bretaña y se identificaron posibles líneas de acción.
En la reunión celebrada a finales de marzo se dio a conocer que la empresa se retiraría de la zona, pues los estudios realizados demostraron que la cantidad de petróleo existente en el lote no corresponde a las expectativas iniciales del proyecto. A pesar de ello, GTEP planea dejar un fondo que contribuya al desarrollo de infraestructura para la educación, la salud y la navegación fluvial. Los parámetros de este convenio serán delineados en una próxima reunión programada para finales de abril.
“El proceso ha implicado que impulsemos diversas actividades tanto en Lima como en Bretaña”, comenta Gustavo Moreno, Director de Servicios de ProDiálogo. “Además de facilitar los encuentros, hemos contribuido a identificar puntos de la agenda y al intercambio de información “, comenta.
Para ProDiálogo esta intervención ha sido una nueva oportunidad para contribuir, mediante el diálogo, a procesar las tensiones propias de las relaciones entre comunidades y empresas extractivas, y prevenir el escalamiento de un conflicto socioambiental. “Este proceso nos ha permitido llevar nuestro enfoque a un escenario especialmente complejo”, comenta Gustavo Moreno. “Haber trabajado con este perfil de población, en una zona vinculada a una reserva natural protegida y con una empresa del sector hidrocarburos en retirada, nos ha permitido poner a prueba nuestra metodología”, añade.