Nuestro trabajo está orientado a la construcción de una Cultura de Paz desde el campo profesional de la Prevención y Resolución de Conflictos. Para cumplir con esta misión desarrollamos nuestro trabajo bajo convicciones que guían y promovemos promueven un diálogo genuino y sostenido:
- Con diálogo, creamos lo posible. Hemos vivido la experiencia de los cambios que logra un diálogo genuino y bien llevado. El diálogo es una fuerza creativa que responde a los desafíos del corto plazo, construye puentes de confianza para el mediano plazo y promueve transformaciones de fondo para el largo plazo.
- Con diálogo, construimos miradas más abarcadoras. Sabemos que la realidad es compleja y una única perspectiva no permite percibirla en su totalidad. El diálogo genera un espacio para ver y reconocer la realidad desde ángulos distintos al conectar más ojos, más cabezas, más corazones.
- Con diálogo tejemos puentes de encuentro. Tejemos puentes que requieren esfuerzo, dedicación, tiempo, colaboración, flexibilidad, trabajo colectivo, manos, arte, creatividad y afectos. Lo hacemos movidos por el anhelo del encuentro desde el cual es posible cultivar relaciones colaborativas y miradas abarcadoras.
- Con diálogo creamos soluciones integrales. En un mundo lleno de incertidumbres, entendemos que necesitamos usar la energía del cambio para adaptarnos e integrarnos con el todo. Impulsamos respuestas creativas de los ciudadanos frente a la realidad. Así, enfrentamos el miedo y la cerrazón que generan el círculo de violencia. El diálogo permite abrirnos para reconocer los intereses, necesidades y preocupaciones de quienes comparten un desafío común mediante la confianza, la colaboración y el entendimiento mutuo.
- Con diálogo promovemos transformaciones. La experiencia del diálogo tiene la capacidad de transformar personas, relaciones, organizaciones, comunidades y sociedades. Así, los desafíos son una oportunidad de crecimiento y mejora continua, constante y consistente.
- Con diálogo construimos desarrollo sostenible y paz duradera. El desarrollo y la paz se alcanzan a través de procesos de transformación que empiezan en cada uno de nosotros, se desarrollan a través de nuestras relaciones con los demás, crecen en nuestras comunidades y construyen nuestras sociedades. Esta es una ruta de ida y vuelta, una espiral que se retroalimenta.
Finalmente, a fin de garantizar la implementación adecuada de nuestro enfoque y metodología, todas nuestras intervenciones consideran los siguientes principios ético-profesionales que guían y sustentan nuestro trabajo:
- Imparcialidad: Facilitamos procesos donde no tomamos partido por ninguno de los actores y procuramos que todos sean tratados con equidad, reconociendo que pueden existir desigualdades de poder que buscamos balancear en el marco del proceso a fin de ayudar a una interacción equilibrada y justa.
- Transparencia: Durante todas nuestras intervenciones informamos a los actores con los que trabajamos quiénes somos, nuestro rol, el origen de nuestra participación y recursos, y qué propósito buscamos. Igualmente, promovemos que las partes sean transparentes.
- Confidencialidad: Escuchamos atentamente a todas las partes. Toda la información que recibimos las mantenemos en estricta reserva, salvo que expresamente se nos autorice a compartirla. La confidencialidad es una de las bases para construir confianza e invita a las partes a compartir sus intereses, necesidades y preocupaciones sin temor a que sea usada inapropiadamente.
- Integridad: Nuestra participación únicamente obedece a crear mejores relaciones, prevenir, gestionar y transformar los desafíos, problemas y conflictos mediante la búsqueda de consensos entre las partes. Solamente trabajamos en aquellos procesos que respeten nuestros principios y valores.
- Participación: Buscamos que todos aquellos que están directamente involucrados tengan presencia activa y voz en los procesos, valorando sus experiencias y conocimientos desde sus vivencias y perspectivas culturales.
- Cooperación: Promovemos permanentemente el trabajo conjunto y colaborativo entre los diferentes actores para promover el cambio de actitudes, una mejor comunicación y acciones concretas para lograr soluciones integrales y generar aprendizajes.