• Que las instituciones públicas y privadas, la clase política, los medios de comunicación y los pueblos de ambos países esperen la decisión de la Corte Internacional de Justicia con la mayor mesura, tranquilidad y buena disposición evitando manifestaciones altisonantes y falsos chauvinismos, con la finalidad de mirar las múltiples oportunidades que a partir del día 27 de enero se abren para ambos pueblos.

 

• Que el 27 de enero, con posterioridad al fallo de La Haya, surge la oportunidad histórica para fortalecer las relaciones entre ambos países, poniendo fin a todo tipo de diferencia territorial y proponiendo una nueva agenda de colaboración, paz duradera y desarrollo sostenible entre nuestros pueblos.

 

• Que cualquiera sea el resultado de la decisión de la Corte, ésta debe de cumplirse en su integridad y sin mayor trámite, dejando de lado evaluaciones que busquen determinar quién ganó y quién perdió. El fallo definitivo debe ser recibido como un resultado beneficioso para ambas partes, y debe convertirse en una fuente de energía que reimpulse las relaciones bilaterales entre ambos países.

 

• Que la sociedad civil a través de las organizaciones de base, asociaciones, instituciones educativas, ONGs promuevan diversas manifestaciones de encuentro y colaboración entre los pueblos peruano y chileno, con el fin de fomentar un mayor conocimiento sobre nuestros pueblos, que contribuya a fortalecer las relaciones de cooperación, vecindad y amistad.

 

Así, hacemos votos para que, a partir del 27 de enero de 2014, las relaciones entre ambos países se encaminen por una nueva ruta, que nos acerque conjuntamente hacia la paz duradera y el desarrollo sostenible.