Nos dirigimos a la opinión pública para manifestar nuestra preocupación en torno a la crisis que se viene dando a consecuencia del futuro desalojo de los comerciantes que se encuentran en el mercado mayorista de Santa Anita.
Si bien el origen del conflicto está vinculado a la toma ilegal del mercado y al deseo de los comerciantes de mantener este espacio de trabajo como medio para generar ingresos y asegurar el bienestar de sus familias, es importante remarcar que el conflicto es también una manifestación más del choque de valores entre el Perú formal y el Perú informal.
En nuestro país, existe un conflicto continuo entre los creen que los derechos se deben adquirir legítimamente, cumpliendo las normas y mandatos judiciales dentro del marco de un estado democrático de derecho, y aquellos que consideran que la insatisfacción de necesidades les faculta a obtener bienes y derechos a través de acciones y transacciones ilegítimas.
Este conflicto se lleva a cabo en un campo de batalla que resulta idóneo: un sistema que no ha podido satisfacer la creciente demanda de acceso a la propiedad para vivienda o actividades comerciales, y que ha propiciado invasiones y toma de posesión de espacios privados o públicos, dado que, en la mayoría de los casos, se ha planteado como solución el otorgamiento de títulos de propiedad o la reubicación formalizada de los ocupantes.
Ante esta situación, creemos que efectivamente las sentencias judiciales emitidas dentro de un debido proceso deben ser cumplidas en su integridad, sin embargo en el caso actual, creemos que su cumplimiento debe tomando en cuenta los factores que originaron el conflicto, buscando soluciones no violentas que aseguren ante todo el respeto a la vida de todos los involucrados y brindando incentivos para que los ocupantes realicen sus actividades en otros lugares.
Recomendamos a la Municipalidad Metropolitana de Lima y los a dirigentes del mercado mayorista tomar el tiempo necesario para bajar el clima hostil que aún existe, evitar discursos confrontacionales o basados en soluciones inmediatistas, buscar canales de comunicación que permitan identificar posibles soluciones entre los actores involucrados y evitar el ingreso de menores de edad, personas y objetos que puedan contribuir a aumentar el nivel de conflictividad y violencia.
Lima, 15 de mayo de 2007
Ivan Ormachea Choque
Director Ejecutivo
ProDiálogo, Prevención y Resolución de Conflictos
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iormachea@prodialogo.org